Kia está atravesando uno de los momentos más brillantes gracias a una gama de modelos que le está dando un gran protagonismo en todos los segmentos donde están presentes.

El caso es que no paran de lanzar novedades con mucha personalidad que están provistas de grandes dosis de tecnología y una decidida apuesta por la electrificación.

A los recientes EV6 y Sportage, se suma ahora otro peso pesado como es el Niro (el segundo modelo más vendido de la marca y que fue lanzado en 2016) que en la nueva generación apunta muy alto. Y lo hace en todos los órdenes. Con 4,42 metros de longitud, seis centímetros más que antes, del frontal destaca la remozada parrilla y las angulosas formas de los faros y las luces LED; lateralmente, el toque de color (opcional) del pilar C –reconvertido además en entrada de aire para mejorar la eficiencia aerodinámica– no pasa desapercibido, mientras que de la trasera nos quedamos con el gran alerón y las ópticas verticales encastradas en el lateral.

Por dentro, el salto cualitativo es también enorme, tal y como hemos tenido la oportunidad de comprobar. El diseño es más moderno y de mejor calidad, se emplean materiales reciclados y sostenibles y se recurre a elementos digitales ya vistos, por ejemplo, en el Sportage, como la doble pantalla para el cuadro de mandos y el sistema multimedia –cada una de 10,25 pulgadas– o el panel “multimodo” para los accesos directos a las diferentes funcionalidades y la climatización.

Igualmente es similar la solución para la consola central y el mando giratorio del cambio. Por su parte, el volante multifunción es nuevo, la iluminación ambiental toma protagonismo y los asientos delanteros son más compactos, lo que contribuye a mejorar el espacio detrás. El maletero gana en tamaño y tiene diferentes capacidades en función de la mecánica, con un rango que se mueve entre 343 y 475 litros (antes entre 324 y 450).

En cuanto a la gama mecánica, toda ella está electrificada en diferentes niveles conformando una oferta de lo más ambiciosa en este apartado. La híbrida de etiqueta Eco se apoya en un mejorado motor gasolina 1.6 GDi y se asocia con uno eléctrico para ofrecer los mismos 141 caballos que hasta ahora. En el siguiente “escalón” está la opción híbrida enchufable (PHEV) de etiqueta Cero, en este caso con una potencia total incrementada hasta los 183 CV (42 más que el anterior) y con una autonomía eléctrica de aproximadamente 65 kilómetros.

El e-Niro cien por cien eléctrico, por su parte, deja de desdoblarse en dos niveles de potencia y se queda solo con el motor más potente de 150 kW (204 CV), el cual se combina con la batería de 64,8 kWh para ofrecer una autonomía media en ciclo WLTP de aproximadamente 460 kilómetros.

En la parte tecnológica también hay una gran evolución, como cabía esperar. El sistema multimedia admite la máxima conectividad online y control por voz, el Head-up Display proyecta más información en el parabrisas y los sistemas de ayuda a la conducción se han mejorado, caso del asistente de colisión frontal con función de frenado por tráfico cruzado o el control de crucero inteligente basado en la navegación. Las líneas de equipamiento disponibles siguen siendo las mismas, Concept, Drive y la más completa Emotion que puede completarse con el pack Luxury que cuesta 2.700 euros.

Los primeros kilómetros con el Niro los hemos hecho con la versión híbrida enchufable. Hay que resaltar su buen nivel de potencia (hablamos de 182 CV) y su agradable respuesta. El cambio automático, de seis relaciones y doble embrague, funciona como la seda y el resultado en su conjunto es de lo más satisfactorio. Los 65 kilómetros de autonomía en modo eléctrico también nos pueden dar muchas alegrías en el día a día, especialmente en los recorridos urbanos.

En cuanto a sus precios, el Niro PHEV arranca en los 27.600 euros (incluyendo los descuentos y las ayudas del Moves), mientras que el e-Niro parte desde los 30.200 euros. La versión de acceso se oferta por 24.200 euros en una escala tan razonable como competitiva.

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