Los cuartos fríos son almacenes especiales que mantienen temperaturas de refrigeración. Se construyen con materiales aislantes y equipos refrigeradores que permiten protegerlos del calor externo y mantener el frío interior. 

En ellos se almacenan productos que necesitan de bajas temperaturas para conservar sus características o propiedades. Por eso suelen ser útiles para farmacéuticas, floristerías y establecimientos de salud. Pero mayormente en la industria alimentaria.

Existen productos que son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura, ellos dependen del funcionamiento de los cuartos fríos para garantizar su conservación.

Ese es el caso de los alimentos perecederos que se descomponen al exponerse a temperaturas, humedades o presiones inadecuadas. En ellos es necesario respetar la cadena de frío para reducir la capacidad reproductiva de la mayoría de los microorganismos descomponedores.

Los cuartos fríos deben mantener temperaturas entre 2ºC y 5ºC para evitar la proliferación de microorganismos.

Con el frío también se reduce el riesgo de problemas de salud, porque los mencionados microorganismos también son responsables de provocar intoxicaciones y enfermedades alimentarias.

Por ejemplo, al existir variaciones de en el frío, habrá mayor riesgo a que aparezcan virus o enfermedades como: Norovirus, Salmonella, Clostridium perfringens, Campylobacter, Staphylococcus aureus, Listeria monocytogenes, E. Coli o Vibrio.

Otro motivo de importancia para mantener el control de la temperatura es resguardar las características organolépticas (olor, color, textura) y evitar la pérdida de nutrientes del producto.

Como ves, mantener todo bajo control en los cuartos fríos es de suma importancia si deseas conservar la calidad de los productos refrigerados. Por eso siempre debes evitar cualquier cambio que desvíen los parámetros de sus rangos óptimos.

El efecto de la temperatura es variado. Dependiendo de los grados a los que se someta habrá diferentes reacciones. Te explicamos, a más de 65ºC se destruyen, entre 8ºC a -18ºC se mantienen en estado latente, pero entre 5ºC y 65ºC crecen y se multiplican. 

También es importante saber que a medida que la temperatura disminuye se reduce la velocidad de crecimiento de muchos microorganismos hasta el punto de detenerlo completamente.

Por ese motivo la temperatura en los cuartos fríos debe mantenerse al menos entre 2ºC y 5ºC a menos que el producto requiera temperaturas de congelación y en ese caso serán menores.

Ahora, existen muchos factores que ocasionan que la temperatura aumente dentro del almacén. Por ejemplo, fallas en los compresores, errores en la configuración de los equipos de refrigeración, puertas abiertas, etc.

Todos estos ejemplos pueden ocurrir con más frecuencia de la te gustaria y, en situaciones normales, no se nota la falla hasta que ya se ha comprometido la seguridad del alimento.

La solución para controlar estas situaciones es instalar sensores remotos. Dispositivos que registren constantemente la temperatura del cuarto y en caso de detectar una variación te envien una alerta directamente a tus dispositivos móviles u ordenadores.  

Un sensor de temperatura inalámbrico es una herramienta útil y de gran valor para supervisar el funcionamiento de los cuartos fríos. Ellos monitorean constantemente la temperatura del sitio y transmiten la información vía internet a los dispositivos móviles o fijos que le indiques.

Igualmente sirven para consultar en cualquier momento las temperaturas del recinto. Incluso puedes configurarlo para recibir notificaciones cada cierto tiempo.

En SensorGo te ofrecemos el sistema Monnit. Incluye sensores de temperatura con sonda conectados al Gateway MonnitLink™. Los sensores se colocan dentro del refrigerador unidos al exterior con sondas que pasan a través de los sellos de la puerta. 

Los sensores de temperatura te permiten monitorear el funcionamiento correcto de los cuartos fríos y proteger tus alimentos. 

Junto a los detectores de temperatura también se pueden instalar sensores de apertura y cierre de puertas. Así podrás recibir una alerta si la puerta no se ha cerrado correctamente. 

Las soluciones de monitoreo Monnit representan un ahorro para ti porque:

Las fallas en los cuartos fríos pueden costarle mucho a tu negocio. No solo por el hecho de reparar la unidad, si no por verte en la necesidad de reponer toda la comida dañada que se encontraba dentro.

Cualquier pérdida se puede evitar con sensores inalámbricos Monnit. Son fáciles de instalar y son de primera clase. Te envían mensajes de texto y alertas cada vez que detectan un problema, así puedes corregirlos de inmediato.

Si tienes un restaurante o un local donde uses cuartos fríos, los sistemas Monnit son la herramienta que estás buscando.

En SensorGo los tenemos. Si te interesa, contáctanos para más información sobre este producto o cualquier otra solución de monitoreo que necesites. 

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