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En la actualidad los automóviles nuevos cuentan cada vez con más opciones diferentes. Tantas que en ocasiones la mayoría de usuarios ni si quiera saben para qué sirven y no llegan a utilizarlas nunca. Y entre todos esos botones y posibilidades, hay uno en concreto que lleva en la mayoría de coches desde hace décadas y que puede ayudarte a reducir de manera notable en consumo de gasolina de tu vehículo: el botón de recirculación del aire acondicionado.

Se trata de un botón que suele ubicarse en el panel de control del aire acondicionado y de climatización. Aunque puede variar en función del fabricante del automóvil, normalmente se representa con la silueta de un coche y unas flechas que forman un circulo girando dentro de él. Pese a que lleve muchos años junto a la mayoría de conductores, se trata de una opción que gran parte de ellos no sabe cuándo utilizar ni para qué sirve exactamente.

Si el coche en cuestión es antiguo, es bastante probable que no solo haya un botón de recirculación de aire, sino que haya dos. Por un lado uno con una flecha apuntando hacia el interior del dibujo del coche, que servirá para activar la recirculación del aire. Y otro en el que la fecha entra dentro de la silueta del coche, que debe pulsarse para desactivar esta opción. Incluso hay versiones de esta funcionalidad que se representan con otros símbolos que indican que el aire entra o sale del automóvil.

Ahora que ya sabes a qué función estamos haciendo referencia, llega el momento de desvelar para lo que sirve exactamente. El funcionamiento del aire acondicionado consiste en coger aire del exterior y enfriarlo o calentarlo para soltarlo posteriormente a la cabina interior hasta alcanzar la temperatura deseada.

Cuando se pulsa el botón de recirculación del aire esto es algo que cambia. En ese momento no se coge aire del exterior del vehículo, sino que se extrae de dentro del mismo. De este modo, solo pulsando un botón se cambia la fuente de procedencia del aire para el sistema de climatización del coche.

El botón de recirculación se puede llevar siempre activo, aunque existen algunos momentos en los que resulta mejor utilizarlo. El primero de ellos tiene que ver con bloquear la posible entrada de malos olores si conducimos por alguna zona en la que haya humo o similares. De este modo no se extenderá al interior del coche.

Pero la utilidad más beneficiosa de esta función tiene que ver con reducir drásticamente el consumo de combustible del vehículo. Esto se debe a que al coger el aire del interior del propio vehículo el sistema de climatización tiene que hacer mucho menor esfuerzo para enfriarlo o calentarlo, ya que trabajará todo el rato con el mismo aire y no aire nuevo del exterior. Y ese menor esfuerzo se traduce en un consumo de gasolina o diésel mucho más bajo, de hasta el 30% con respecto al realizado sin pulsar el botón del reciruclación de aire.